12 mar 2012

BLANCA COMO LA NIEVE, ROJA COMO LA SANGRE; DE ALESSANDRO D'AVENIA

Me ha encantado.

La portada elegida para la edición “DEBOLS!LLO” me capturó junto al título. 

A lo largo de la lectura, he podido comprobar cómo iba creciendo su personaje principal, Leo. Y junto a él he ido creciendo yo también. Porque esta novela de Alessandro D’Avenia, te hace crecer más y más a cada página.

Te hace reír, te hace llorar mucho, pero también te hace soñar. No permite que olvides tus sueños, te los recuerda a cada instante.

El libro muestra como somos capaces de cambiar por amor, el amor nos va transformando en un ser hasta entonces desconocido por nosotros. Somos capaces de todo por amor. El amor sabe sacar al exterior lo mejor de nosotros.

En esta novela, la historia de amor es realmente preciosa, así como realmente triste.

Es un libro triste, muy triste. No apto para todos los corazones. No apto para todas las personas ya que hay que estar muy atentos para descubrir el mensaje final, y no quedarnos solo con la historia que tiene lugar en cada letra. 

Quizá haya almas que no lo soportarán, y pensarán dejar de leer, y si lo hacen estarán perdiéndose un bonito aprendizaje. Bonito no quiere decir que no sea duro

Pero algo que me ha demostrado mi día a día, es que se aprende mucho más de las situaciones duras que te golpean. Y que cuando eres capaz de percibir esa enseñanza, entonces eres mucho más fuerte que antes.

Blanca como la nieve, roja como la sangre’ me ha hecho darme cuenta de mi verdadera fortaleza. 

Porque a pesar de esa tristeza que te produce ver venir lo que va a ocurrir, mi corazón lo ha ido asimilando poco a poco, lo ha ido masticando hasta aceptarlo, para después al final, quedarse con lo mejor, con las enseñanzas, con las frases que dan fuerza al alma.

Puede que en esta historia haya personas que al leerlo solo encuentren tragedias. Yo he encontrado sabiduría.

Y es que por muchas sorpresas trágicas que nos tenga preparadas la vida, hay que saber mirar hacia adelante con fuerza y salir. Salir del pozo, ver el mundo, disfrutar de cada día, y quedarnos con las cosas buenas, que seguro nos rozarán muy cerca.

Porque he aprendido que las malas…esas van a seguir estando ahí esperando tu caída y no vas a poder hacer nada para eliminarlas, se irán, pero siempre regresarán.

Las cosas pasan, esto lo he aprendido aquí y en otro libro.

La diferencia entre unas personas u otras es como nos enfrentamos a ellas.

Y yo he decidido aprender de la vida y de este libro, que prefiero ser de las que luchan. 

Porque vida solo hay una y hay que consumirla. De nada vale arrepentirnos de no haberla exprimido al máximo. De nada vale no vivirla por culpa de la tristeza. La tristeza es un sentimiento, no una forma de vida. Puedes sentir tristeza y dejarte la piel para luchar por lo que quieres.

Porque debemos ser blancos como la nieve, y rojos como la sangre, llenar de tinta nuestros días.

+ Dos fragmentos que me han hechizado.

- A partir de hoy empezaré a escribir. Debo escribir todas estas cosas para poder recordarlas. No sé si puedo hacerlo, pero esta vez por lo menos quiero esmerarme. Puede que sea mejor que use lápiz. No, mejor boli. Boli Rojo. Rojo como la sangre. Rojo como el amor, la tinta de las páginas blanquísimas de la vida. Creo que las únicas cosas que merecen recordarse son las que se cuentan con la sangre: la sangre no comete errores y ningún profesor puede corregirlas.

El blanco de estas páginas ya no me da miedo y eso se lo debo a Beatrice: ella, blanca como la nieve, roja como la sangre.


- Después no queda sino el silencio de quien mira la luna y el cielo y habla con quien desea, detrás de las estrellas.


*Una vez finalizado el libro, lo corroboro. No me equivoqué al elegirlo. Algunas frases parece como si las dictara mi corazón. Me he reconocido a mí misma dentro de este tesoro mágico.

Tiene mucho de mí. 

Porque hace tiempo llegué a la conclusión de que mis lágrimas se convertirían en gotas de sangre, de lucha pronunciada, y esa sangre en forma de palabras llenaría las páginas en blanco de mi vida, mis silencios, mis tristezas, mis melancolías.

Quienes me conocen bien, saben de qué hablo.


Así que no me queda más que deciros:

Escribir con sangre vuestras páginas en blanco, y no dejéis de hablar con quién deseáis detrás de las estrellas.

3 comentarios:

  1. Una reseña preciosa.
    Tienes razón, no siempre lo bonito, no deja de ser duro.
    Después de haber leído tu reseña tengo más ganas aún de poder leerlo. Espero poder conseguirlo pronto, y al igualq eu tú extraer perlas de sabiduría donde otros sólo verán la tragedia.


    Mil besos.

    ResponderEliminar
  2. Siento no haberme pasado estos días, han sido una auténtica locura por aquí (no he parado) pero ya me estoy poniendo al día. Me ha encantado tu reseña, ¿sabes por qué? porque no podría estar más de acuerdo contigo y además he recordado detalles que en su momento no me habían llamado tanto la atención y que ahora cobran todo el sentido para mí.

    En su momento, agregué al autor por facebook y le di las gracias porque su libro me acompañó en momentos un poco difíciles para mí y me dio una nueva perspectiva. El fue muy amable, muy simpático (sabe español) y terminó por cautivarme del todo jejeje.

    Besos ^^

    ResponderEliminar
  3. Hola!
    Acabo de terminar este libro por segunda vez.
    Me pareze muy buen ala manera en la que lo describes a mi me pareze un libro reflexivo,un libro que te enseña,te nseña como son las personas y la vida.
    Yo tampoco me arrepiento de haber elegido este libro ya que es trsite pero tambien es precioso a la vez.

    A mi tambien me han encantado muchas d elas frases de este libro,como la carta de Silvia a Leo o la frase de que los sueños son la sangre de la vida o las que has puesto tu arriba.
    Bueno,solo queria que lo supieras y que tambien yo me he sentido comprendida en cierto modo con este libro .

    Un saludo :)

    ResponderEliminar

Los comentarios de carácter ofensivo o spam, serán eliminados de este espacio automáticamente. Se ruega respeto y educación.